Sin duda me quedo con la última etapa de Maica. Esta pintora diluye la realidad y la convierte en un escenario onírico. Desde sus inicios, todos sus cuadros tienen pinceladas que recuerdan mundos de ensueño pero es ahora cuando su técnica, dominio del color y representaciones figurativas han alcanzado su verdadera esencia. De la pintura de Maica me encanta la combinación de formas y colores hasta lograr una armonía visual que impacta anímicamente. Su fuerza radica en su dinamismo y formas simples creando composiciones llenas de vida.

       Arancha Otero, profesora de instituto y decoradora de interiores.

 

   El arte ensancha nuestro mundo. Crea nuevos mundos. Maica como diosecilla que es, tiene el poder de los magos y se saca de sus pinceles un imaginario amplio y multicolor. Casitas de colorines, gatos de cuello largo y ojos curiosones, bellos rostros femeninos, máscaras seriotas que reinventan carnavales venecianos, figuras geométricas, primorosas acuarelas infantiles con adorables niños con sus juegos… Todo un mundo personal, que se constituye en un canto a la vida. Una explosión de vida. Una mirada admirada de la belleza del mundo. Como diría Juan Ramón, la belleza está en el contemplador. Si bien es discutible ese aserto, pues belleza hay también en el objeto contemplado, de lo que no cabe duda es de que nuestra pintora amiga es una contempladora jovial y entusiasta de la realidad, realidad que sale sublimada de sus hábiles manos.

       Pilar Lucas, profesora de instituto.

 

A Maica Alonso son las acuarelas las que la delatan, las que le quitan la máscara que encierra todo un mundo fértil e imaginativo en su interior. Un mundo que estalla en colores: azules, verdes, amarillos, rosas, lilas, rojos…
Su pintura es una explosión de color, que desdibuja las formas. Una paleta amplia de tonos que habla de vitalismo y optimismo. Un canto a la belleza del mundo.
Si su obra fuera una estación sería la primavera.
Si un género, mujer coqueta.
Si un terror, horror vacui.
Si un complemento, un pañuelo pintado con mano diestra para adornar el cuello delicado de una fémina, amante del color y de la vida.

           Pilar Lucas, profesora de instituto.

 

La intuición y los sueños

“El sueño de la razón produce monstruos” grabó Goya en uno de sus “caprichos”. Monstruos que, en su caso, nos dejaron su obra más creativa, y es que la intuición y los sueños son fundamentales para el estudio de la composición y la creación pictórica.
La acuarela, por su luminosidad inherente, combinada con la capacidad de su ejecución rápida es, según los expertos, el vehículo ideal para registrar los efectos del movimiento, reflejo, transparencia y delicadeza de la naturaleza, además de los sueños e imaginaciones de su autor.
Maica necesita de esa transparencia y delicadeza para expresarse y su formación geométrica aflora en su pintura, quizás tímidamente, por su naturaleza tímida, o quizás por pudor, porque uno cuando estudia geometría se da cuenta de que no sabe nada de Geometría.
Si aceptamos que cada pincelada del artista es un acto de voluntad, calculada con estrategia y con la intención de crear un efecto determinado en el espectador, cabe preguntarnos qué caminos de la imaginación habrá recorrido Maica para llegar a esta presentación.
Porqué ésa mezcla de rostros y máscaras? Muestra nuestra impostura o nuestra timidez? Todo ello forma parte de su concepción estética de la vida o son solo sueños? Maica contempla y muestra el mundo, tal y como decía Rimbaud, con “Dislocación consciente” y pinta lo que está por encima de lo real. Pero su concepción estética cierne su creación al placer de lo bello y a sus sueños les pone linea y color. Un color armonioso que sugiere feminidad, un color que como el lenguaje de la geometría trasciende a la propia obra.
El simbolismo que se utilice debe hacer fácil y asequible la comunicación con el observador, porque, a diferencia de la Geometría, para entender la obra, el espectador no está obligado a conocer ese simbolismo, unicamente debe dejarse llevar por sus propios sentimientos y con ello despertar sus sentidos y comunicarse con los sueños.

Antonio Vázquez Formoso. Profesor y crítico de Arte.

 

Pinceladas de sensibilidad en una sinfonía de colores, Maica Alonso en la búsqueda permanente de sus sueños, ha evolucionado perdiendo límites y exaltando la libertad de formas. Su nueva etapa muestra una temática anecdótica en la que subyacen imágenes asociadas a nuestra evolución personal como sucesión de máscaras en el baile de la vida, pero más allá del comentario temático, permanece el color como última máscara que nos oculta de la cruda realidad. Es eclecticismo ingenuo que con guiños a lo figurativo busca autenticidad ocultando la verdad.

Antonio V. Formoso (critico de arte)

 

Considero a Maica Alonso como una pintora del primitivismo ilustrado que aparece ante mis ojos, con su obra estilo naïf, como una gran diseñadora de fractales – hijos del caos en que se mueve el universo- ordenados como duendes generadores de algorítmos matemáticos móviles que proyectan el color y la forma a lo largo de toda su pintura, de tal modo que el más mínimo trazado de sus pinceles se prolonga en el resto de sus creaciones plásticas como la sonrisa de un niño en los ojos de sus padres. La pintura de Maica es sincera, limpia y pulcra, carente de las impurezas academicistas propias de los que se ciñen a las normas imperantes en cada generación de artistas más o menos progres. En su obra observo movimiento y un afán de superación constante que no necesita, porque, para mi Maica ya llegó a la culminación de su obra. La perfección se adivina en los lienzos que escribe y digo bien escribe y desarrolla con esa fuerza matemática precisa que por razón de vocación es la homotecia inversa de su espíritu reflejado en cuantos de energía lumínica que vibra ante los ojos expectantes de todos aquellos que admiramos su obra.

Javier Pardo (poeta)

 

El mismo tipo de ironía ligera que encontramos en algunas acuarelas de Maica Alonso, donde nos muestra el mismo piano circular en un retrato naïf de colores pastel, muy adecuado, como parte de su obra, para ilustrar un cuento infantil.
Un retrato que nos muestra, en la circularidad del piano, la dificultad por la que pasa la niña que se enfrenta a la interpretación. Todas sus obras miran a lo doméstico, son femeninas en ese sentido y en la candidez que desprenden todos sus cuadros, por el tema, por los colores, por la manera de distorsionar sus arquitecturas. Son imágenes estáticas que hacen añorar una narración acompañante de infantes en travesuras o aventuras. Narración pictórica en su más puro sentido literario.

M.T.Beguiristain Presidenta Asociación Valenciana Críticos de Arte.

 

Una acuarela fresca, alegre e vital e o resultado dos traballos de Maica Alonso nun intento de transportarnos a un mundo ideal e amable no que é imposible escapar dos encantos das miradas dos seus personaxes ou das persuasivas curvas dos gatos que fácilmente atopamos por entre os tellados das casas.
A súa producción caracterízase por un persoal uso da cor, un orixinal alongamento das formas e un gusto pola liña curva. En canto os temas rostros, música, edificacións e gráciles gatos son constantes da súa obra.

         Ismael Arias

 

Maica Alonso aborda su pintura a partir de la sensibilidad con el fondo abstracto, la expresión libre y volátil que denota rebeldía y sorpresa al mismo tiempo. Su obra como expresión de la esencia de lo sensible, extrae de la fugacidad del instante, la sencillez y la armonía de la naturaleza. Sus trazos son notas musicales, son maullidos de gatos en la noche de la aldea global, es naturaleza sublime, es melodía crepuscular que nace del sentimiento de un presente que brota de un pasado que destila aroma de nostalgia.

Antonio V. Formoso.